viernes, 8 de noviembre de 2019


Transición demográfica

La transición demográfica, también llamada revolución demográfica o revolución vital, consiste esencialmente en el paso de los niveles de natalidad y fecundidad altos y sin control, a niveles bajos y controlados, a través de un período intermedio dentro del cual el descenso de la mortalidad antecede al de la natalidad, generando un crecimiento rápido de la población. De acuerdo con esa evolución, la población humana, en el pasado, se mantenía constante numéricamente o se expandía muy lentamente, en función de las oscilaciones de la mortalidad, de tendencia alta, y de una fecundidad relativamente constante, de nivel alto también. Durante la Revolución Industrial, la fecundidad permaneció por algún tiempo alta y sin control, mientras que la duración de la vida aumentaba, generando así un crecimiento demográfico sin precedentes. 

Durante los siglos XVIII y XIX, las tasas de natalidad comenzaron a descender, primero en Francia y Estados Unidos y posteriormente en los demás países industrializados, como consecuencia de un control deliberado de los matrimonios. Este descenso en las tasas de natalidad redujo el ritmo de crecimiento, aunque la mayoría de las poblaciones de los países industrializados muestran en la actualidad tasas de natalidad superiores a las de mortalidad.

Esta transición, considerada por algunos autores como la contrapartida dentro del plano de población de las revoluciones industrial, agrícola y comercial, es producto del avance tecnológico y de la modernización que acompañaron al proceso global de industrialización y urbanización.





Fases demográficas

Fase uno: En el primer estadio -típico de las sociedades preindustriales- las tasas de natalidad y de mortalidad son muy altas, por lo cual el crecimiento natural o vegetativo de la población es muy lento.
Este estadio es el que ha caracterizado la historia de la humanidad desde sus orígenes hasta el siglo XVIII. A modo de ejemplo: en la edad media y la edad moderna las tasas de natalidad y mortalidad se situaban cerca del 40‰ o 50‰, es decir, nacían muchos niños pero, al mismo tiempo, la mortalidad era muy elevada incluso en los años ordinarios (por la inseguridad vital, la deficiente alimentación, higiene, sanidad, etc.), y mucho más en los años de mortalidad catastrófica suscitada por una coyuntura de crisis (mortalidad provocada por guerras, hambrunas o epidemias).
El crecimiento vegetativo es reducido, pero positivo en los años normales, mientras que las variaciones cíclicas ligadas a la mortalidad catastrófica de los años críticos hacen disminuir drásticamente la población; con lo que a largo plazo la población no suele crecer mucho.

  
Fase dos: Es propio de países en vías de desarrollo. Los índices de mortalidad bajan de forma repentina gracias a las mejoras en las técnicas agrícolas (que aumentan los rendimientos), las mejoras tecnológicas, los avances en medicina y alfabetización. Estos cambios contribuyen decisivamente a alargar la esperanza de vida de las personas y a reducir la mortalidad.
Por el contrario, en este segundo estadio las tasas de natalidad se mantienen muy altas (puede incluso elevarse si las mejoras económicas incentivan una disminución de la edad del matrimonio), razón por la cual se produce un desequilibrio que se traduce en un incremento muy importante de la población.
La tasa de mortalidad desciende, la tasa de natalidad se mantiene elevada; como consecuencia, el crecimiento vegetativo es cada vez mayor. 

  
Fase tres: Los índices de natalidad inician un importante descenso motivado por el acceso a la contracepción, la incorporación de la mujer a la educación y al mercado laboral, el acceso al estado de bienestar, el proceso de urbanización, la sustitución de la agricultura de subsistencia por la agricultura de mercado, junto con otros cambios sociales.
La tasa de mortalidad continúa la tendencia bajista iniciada ya en el estadio 2 y, por esta razón, el crecimiento demográfico en esta tercera fase continúa siendo relativamente alto.
La tasa de natalidad desciende, la tasa de mortalidad ya ha alcanzado cifras bajas, con lo que el crecimiento vegetativo se ralentiza.


Fase cuatro: Este último estadio es típico de las sociedades postindustriales y se caracteriza porque la tasa de mortalidad se reduce hasta alcanzar mínimos históricos y la de natalidad se iguala prácticamente con ella. Al estar las tasas de mortalidad y natalidad en cifras similares y bajas el crecimiento natural de la población se ralentiza hasta hacerse mínimo o prácticamente nulo pero por razones totalmente opuestas a las del Antiguo Régimen Demográfico en las que las altas cifras de mortalidad impedían el crecimiento de la población.
  

Fase cinco: Ésta es una Nueva fase al modelo inicial.


Si bien el modelo original de Transición Demográfica descrito por Warren Thompson presenta sólo cuatro estadios o etapas, el paso del tiempo ha permitido la adición de una quinta fase en la cual la tasa de natalidad se mantiene baja, mientras que la mortalidad aumenta ligeramente debido al envejecimiento de la población. En esas circunstancias el crecimiento natural puede llegar a ser negativo, como ha ocurrido en los países de Europa Central. Así en los países más desarrollados de Europa Occidental, como Alemania e Italia, el crecimiento natural negativo se ha compensado con cifras positivas del saldo migratorio, produciendo un estancamiento de la población. La expresión crecimiento cero había sido una denominación propuesta por las previsiones neomalthusianas del Club de Roma de 1970.




Cambios de la mujer a lo largo de la historia



 Aunque pueda parecer extraño, el papel de la mujer en la sociedad se ha ido degradando desde la Prehistoria hasta la época contemporánea. 
A pesar de estar actualmente en la edad de mayor progreso político, social y económico, la mujer sigue, en mayor o menor medida, injustamente relegada a un segundo plano.

Los expertos coinciden en que el papel de la mujer, en la prehistoria, no sólo era fundamental, sino que es muy posible que las sociedades primitivas fueran de marcado corte matriarcal. La vida social giraba en torno a las actividades prestadas por las mujeres: mantenimiento de la salud e higiene del hogar, cuidado de la familia, o enseñanza a los pequeños, por ejemplo. 
A pesar de ser actividades puramente domésticas, nada hace pensar que el hombre primitivo dominara sobre la mujer, es más, se sabe de la participación activa de las mujeres en cuestiones religiosas, y a la figura materna se le rendía culto, adorándola como muestra de fertilidad y prosperidad.

Las sociedades comenzaron a asumir el pasado doméstico de las mujeres como diferencia principal entre sexos. La mujer era la mera administradora de una familia que era dirigida por el hombre. Ese rol se ha mantenido invariable varios miles de años, con las excepciones dadas por el estatus económico y político.

Durante la edad media, si cabe, es más acentuada la visión de la mujer como un ser “inferior”, por culpa de la religión. Y esa visión socio-cultural no comenzó a disolverse hasta el Renacimiento, donde se tomó a la mujer como ejemplo de pureza y honestidad, pero todavía con ausencia de derechos sociales.

La Revolución francesa, con la Declaración de derechos del hombre y el ciudadano, marcó un punto de inflexión, copiado por la Constitución de Estados Unidos.
Pero aún así, tuvimos que esperar hasta el siglo XX para ver una verdadera intención de eliminar cualquier atisbo de diferencia entre hombres y mujeres.

En pleno siglo XXI, siguen siendo una necesidad dichos movimientos, luchando por una justicia que todavía no se da. En determinadas culturas, como la musulmana, la mujer casi es un objeto, en relación con nuestra cultura occidental.
Pero la cultura occidental tampoco le otorga el debido protagonismo.



Para escuchar mas de los temas vean los siguientes videos:

Transición Demográfica

Cambios en el rol de la mujer


Videos informativos relacionádos con el tema:

Transición demográfica
Cambios en el rol de la mujer

Fuentes consultadas:

2 comentarios:

  1. 4 - sin corregir
    5 - está mal el link - aplicar alineación justificada - faltan tildes - en el Powotoon: faltan tildes y videos
    6 - faltan tildes - agregar una fuente a ciclo sexual masculino - falta Kizoa
    7 - corregir ortografía
    9 - falta link a video

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  2. Si hubieran colocado los Datos Personales debajo del Archivo del blog, se hubieran leído bien los títulos de las entradas
    Faltan tildes en varias entradas y presentaciones multimediales
    4 - los links siempre deben abrirse en nueva pestaña
    5 - en el Powtoon: faltan tildes, imágenes y videos
    6 - en le Kizoa: faltan tildes y, en algunos casos, faltaron textos que indiquen a qué se refieren las imágenes
    7 - en el Prezi: faltaron tildes y videos
    8 - el Emaze es demasiado grande para el espacio destinado a la entrada

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